Una cosa sobre la herramienta indispensable de un cantante
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Una cosa sobre la herramienta indispensable de un cantante

Una cosa sobre la herramienta indispensable de un cantante.

En el artículo anterior escribí sobre el hecho de que el micrófono es el mejor amigo de un cantante, pero no es solo amistad lo que vive el hombre. Ahora habrá algo sobre el amor verdadero, pero no nos adelantemos a los hechos. Dejame contarte una historia.

Hace unos años, en una calurosa noche de verano, regresaba de un concierto y, como es después del concierto, estaba en un estado de excitación. Para efectos del artículo, mencionaré que estos fueron los raptos del género musical. Estaba de pie en la parada del autobús, esperando el autobús de la noche, con el teclado bajo el brazo. La música seguía sonando en mi corazón e hice que el tiempo de espera fuera más agradable silbando, pateando y cantando las diversas melodías que me venían a la cabeza. ¡Después! Empecé a cantar una melodía que en mi opinión comenzaba a parecerse a la melodía más hermosa que jamás había escuchado. Es el que sueña en los sueños más placenteros y se desvanece con el grito de la mañana. La canté más y más atragantándome de lo maravillosa que es. Hasta que llegó el autobús. Seguí cantando. Tomé un asiento vacío y continué sin mirar a mis compañeros de viaje. Era un largo camino a casa y poco a poco estaba perdiendo la fuerza. Sabía que si dejaba de cantar la mejor melodía del mundo que se suponía iba a cambiar el curso de la historia de la música, no tendría nada que grabar en casa porque lo olvidaría. No tenía nada conmigo para registrar esta melodía. Por enfado, hasta el teléfono se había quedado sin energía. Alcancé mi último recurso, el monstruo de múltiples dientes que abracé en mis brazos. “Está bien, ¿con qué sonido comienza la melodía? Uuu... Bueno, de D. ¿Qué sigue? Una quinta arriba, una cuarta abajo, una segunda menor arriba, una segunda mayor abajo, una tercera... Bien, entonces va así..." – y empiezo a tocar el teclado. Lo que tenía en la cabeza lo tecleé en las teclas esperando que la mejor de las máquinas, es decir, los dedos del pianista, recrearan lo que mi cabeza no recordaba. Y entonces toqué todo el camino, sin audio, para Beethoven.

Cuál fue mi sorpresa y la de mi hogar cuando, luego de llegar al apartamento, disparé el teclado para interpretar la melodía más hermosa del mundo. Cuando presioné las teclas, resultó que estaba tocando algo entre "Kurki Trzy" y "Last Sunday". El telón baja.

“Lleva siempre contigo la grabadora de voz. No solo para cansar el ambiente haciendo las preguntas más tontas que se nos ocurran, sino sobre todo para poder plasmar todas las grandes ideas que suelen gustar de llegar en los momentos más inesperados. Para mí, la grabadora de voz es como las llaves de casa o una billetera. Sin ella, no voy a ninguna parte. La mayoría de mis canciones son muy espontáneas. En este proceso, una grabadora de voz es simplemente imprescindible. “

 ¿Cómo elegir la grabadora de voz adecuada para usted?

  1. Preste atención al formato de grabación. Por defecto debería ser mp3 y WMA y DSS en el caso de dispositivos Olympus profesionales.
  2. Cuanto más desarrollada esté la función de reproducción de grabaciones, mejor. El altavoz incorporado puede ayudar. Hay más problemas con los auriculares (debes tenerlos contigo). Y si tenemos la función de loopear cualquier fragmento de la grabación, ya estamos en la nube nueve.
  3. La pantalla retroiluminada facilitará el trabajo en la oscuridad, después de todo, las mejores ideas surgen de la oscuridad del inconsciente.
  4. La capacidad de memoria es importante, sobre todo cuando nuestra idea se convierte en una maravillosa sinfonía post-rock interminable. Si la memoria integrada del dispositivo no es suficiente (y suelen tener 1 GB), podemos ampliarla con una tarjeta Flash.
  5. El tiempo de la grabadora de voz en modo de grabación es importante, sobre todo si no te gusta cambiar las pilas con demasiada frecuencia. El tiempo mínimo de grabación con el mismo juego de baterías es de 15 horas, pero mejores dispositivos pueden grabar ya 70 horas de material.

Varias grabadoras de voz probadas:

Zoom H1 V2 (359 PLN) ESI Record M (519 PLN) Tascam DR 07 MkII (538 PLN) Yamaha Pocketrak PR 7 (541 PLN) Zoom H2n (559 PLN) Olympus LS-3 (699 PLN) Zoom H5 (1049 PLN) Zoom H6 (1624 PLN)

 

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