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¿Cómo componer una melodía?

Si una persona desea componer una melodía, significa que, como mínimo, tiene debilidad por la música y tiene cierta vena creativa. La pregunta es qué tan bien tiene conocimientos musicales y si tiene capacidad para escribir. Como dicen, “no son los dioses los que queman las ollas”, y no es necesario nacer Mozart para escribir tu propia música.

Entonces, intentemos descubrir cómo componer una melodía. Creo que sería correcto dar diferentes recomendaciones para diferentes niveles de preparación, explicando con más detalle para los músicos principiantes.

Nivel de entrada (una persona “desde cero” en la música)

Ahora existen muchos programas informáticos de conversión que le permiten simplemente cantar una melodía y obtener un resultado procesado en forma de notación musical. Esto, si bien es conveniente y entretenido, se parece más a un juego de componer música. Un enfoque más serio implica aprender los conceptos básicos de la teoría musical.

En primer lugar, es necesario familiarizarse con la organización modal de la música, porque la naturaleza de la melodía depende directamente de si es mayor o menor. Debes aprender a escuchar la tónica, ésta es el apoyo de cualquier motivo. Todos los demás grados del modo (hay 7 en total) de alguna manera gravitan hacia la tónica. El siguiente paso debería ser dominar los famosos "tres acordes", en los que puedes tocar cualquier canción sencilla de forma simplificada. Estas son las tríadas: tónica (construida a partir del primer paso del modo, el mismo "tónico"), subdominante (cuarto paso) y dominante (quinto paso). Cuando sus oídos aprendan a escuchar la relación de estos acordes básicos (un criterio para esto puede ser la capacidad de seleccionar una canción de oído de forma independiente), podrá intentar componer melodías simples.

El ritmo no es menos importante en la música; su función es similar a la de la rima en la poesía. En principio, la organización rítmica es aritmética simple y, en teoría, no es difícil de aprender. Y para sentir el ritmo musical, es necesario escuchar mucha música diferente, escuchando específicamente el patrón rítmico, analizando qué expresividad le da a la música.

En general, el desconocimiento de la teoría musical no impide que surjan melodías interesantes en la cabeza, pero su conocimiento ayuda enormemente a expresar estas melodías.

Nivel intermedio (una persona conoce los conceptos básicos de la alfabetización musical, puede seleccionar de oído, puede haber estudiado música)

En este caso todo es más sencillo. Alguna experiencia musical le permite construir una melodía con precisión para que se escuche armoniosamente y no contradiga la lógica musical. En esta etapa, se puede aconsejar a un autor novato que no persiga una complejidad musical excesiva. No es casualidad que no sean las melodías más intrincadas las que se conviertan en éxitos. Una melodía exitosa es memorable y fácil de cantar (si está diseñada para un vocalista). No debes tener miedo de las repeticiones en la música; por el contrario, las repeticiones ayudan a la percepción y la memorización. Será interesante si aparece alguna nota "fresca" en la melodía y en la serie de acordes habitual, por ejemplo, una resolución en una tonalidad diferente o un movimiento cromático inesperado.

Y, por supuesto, la melodía debe tener algún significado, expresar algún sentimiento, estado de ánimo.

Alto nivel de conocimientos de teoría musical (no implica necesariamente formación profesional)

No es necesario dar consejos sobre "cómo componer una melodía" a personas que han alcanzado ciertas alturas en la música. Aquí es más apropiado desear éxito creativo e inspiración. Después de todo, es la inspiración lo que distingue un oficio que cualquiera puede dominar de la verdadera creatividad.

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