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¿Cuándo es el mejor momento para empezar a aprender música?

El músico es una de esas profesiones en las que, para alcanzar el éxito, es necesario empezar a formarse desde la infancia. Casi todos los músicos famosos comenzaron sus estudios durante otros 5-6 años. El caso es que en la primera infancia el niño es más susceptible. Simplemente absorbe todo como una esponja. Además, los niños son más emocionales que los adultos. Por tanto, el lenguaje de la música les resulta más cercano y comprensible.

Podemos decir con confianza que todo niño que comience a formarse en la primera infancia podrá convertirse en un profesional. Se puede desarrollar un oído para la música. Por supuesto, para convertirte en un famoso solista de coro, necesitarás habilidades especiales. Pero todos pueden aprender a cantar de manera competente y hermosa.

Obtener una educación musical es un trabajo duro. Para lograr el éxito, es necesario estudiar varias horas al día. No todos los niños tienen suficiente paciencia y perseverancia. Es muy difícil tocar escalas en casa mientras tus amigos te invitan a jugar al fútbol.

Muchos músicos famosos que escribieron obras maestras también tuvieron grandes dificultades para comprender la ciencia de la música. Aquí están las historias de algunos de ellos.

Niccolo Paganini

Este gran violinista nació en una familia pobre. Su primer maestro fue su padre, Antonio. Era un hombre talentoso, pero si hay que creer en la historia, no amaba a su hijo. Un día escuchó a su hijo tocar la mandolina. Por su mente pasó el pensamiento de que su hijo era realmente talentoso. Y decidió convertir a su hijo en violinista. Antonio esperaba que de esta manera pudieran salir de la pobreza. El deseo de Antonio también fue alimentado por el sueño de su esposa, quien dijo haber visto cómo su hijo se convertía en un famoso violinista. El entrenamiento del pequeño Nicollo fue bastante duro. El padre lo golpeó en las manos, lo encerró en un armario y lo privó de comida hasta que el niño logró éxito en algún ejercicio. A veces, en un ataque de ira, despertaba al niño por la noche y lo obligaba a tocar el violín durante horas. A pesar de la severidad de su formación, Nicollo no odiaba el violín ni la música. Aparentemente porque tenía algún tipo de don mágico para la música. Y es posible que la situación fuera salvada por los profesores de Niccolo – D. Servetto y F. Piecco – a quienes el padre invitó un poco más tarde, porque se dio cuenta de que no podía enseñar nada más a su hijo.

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