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Lecciones en casa para un pianista: ¿cómo hacer que trabajar en casa sea una fiesta y no un castigo? De la experiencia personal de un profesor de piano.

Hacer los deberes es un eterno obstáculo entre profesor y alumno, niño y padre. ¡Qué no hacemos para que nuestros queridos hijos se sienten con un instrumento musical! Algunos padres prometen montañas dulces y un momento divertido con un juguete de computadora, otros ponen dulces debajo de la tapa, algunos logran poner dinero en partituras. ¡Lo que sea que se les ocurra!

Me gustaría compartir mis experiencias en el campo de la pedagogía del piano musical, porque el éxito de la práctica en casa de un pianista afecta directamente el éxito y la calidad de todas las actividades musicales.

Me pregunto si los profesores de música alguna vez han pensado que su trabajo es similar al de un médico. Cuando escribo los deberes en el diario de mi joven estudiante, considero que no es una tarea, es una receta. Y la calidad de la tarea dependerá de cómo esté escrita la tarea (receta).

Me encuentro pensando que necesitamos organizar una exposición en la escuela de los “errores” de las tareas de los profesores. ¡Hay suficientes obras maestras! Por ejemplo:

  • “¡Polifoniza la textura de la obra!”;
  • “¡Estudia en casa muchas veces sin interrupción!”;
  • “¡Define la digitación correcta y aprende!”;
  • "¡Descubre tu entonación!" etc.

¡Así que me imagino cómo un alumno se sienta al instrumento, abre las notas y polifoniza la textura con entonación y sin interrupciones!

El mundo de los niños está estructurado de tal manera que el principal incentivo e impulso para cualquier acción del niño se convierte en INTERÉS y JUEGO! Es el INTERÉS lo que empuja al bebé al primer paso, al primer hematoma y hematoma, al primer conocimiento, al primer deleite. Y JUEGO es algo que resulta interesante para cualquier niño.

Éstos son algunos de mis juegos que ayudan a despertar y mantener el interés. Primero se explica todo en clase y sólo después se asignan tareas.

Jugando al editor

¿Por qué presentar conocimientos secos si puedes empujar al estudiante a buscarlos? Todos los músicos conocen el valor de una buena edición. (Y al estudiante medio le da igual tocar Bach según Mugellini o Bartok).

Intente crear su propia edición: firme la digitación, analice y designe la forma, agregue líneas de entonación y marcas de expresión. Completa una parte de la obra en clase y asigna la segunda parte en casa. Usa lápices brillantes, es muy interesante.

aprendiendo una pieza

Todos los profesores conocen las tres famosas etapas del aprendizaje de una obra de teatro de G. Neuhaus. Pero los niños no necesitan saber esto. Calculen cuántas lecciones les quedan hasta el próximo concierto académico y juntos delineen un plan de trabajo. Si esto es 1 trimestre, lo más frecuente es que sean 8 semanas de 2 lecciones, para un total de 16.

Edición creativa por parte de un estudiante. Foto de E. Lavrenova.

  • 5 lecciones sobre cómo analizar y combinar en dos;
  • 5 lecciones para consolidación y memorización;
  • 6 lecciones sobre decoración artística.

Si un estudiante planifica con precisión su plan de trabajo, verá “dónde se encuentra” y corregirá su tarea él mismo. ¡Dejados atrás, atrapados!

Síntesis de las artes y el juego del investigador.

La música es una forma de arte en toda regla que habla su propio idioma, pero un idioma comprensible para personas de todos los países. El alumno debe jugar conscientemente. . Pida al alumno que busque tres interpretaciones de su pieza en Internet: escuche y analice. Dejemos que el músico, como investigador, encuentre los hechos de la biografía del compositor, la historia de la creación de la obra.

Repita 7 veces.

Siete es un número asombroso: siete días, siete notas. Se ha comprobado que es la repetición siete veces seguidas lo que da el efecto. No fuerzo a los niños a contar con números. Pongo el bolígrafo en la tecla DO: esta es la primera vez, RE es la segunda repetición, y así con las repeticiones movemos el bolígrafo hasta la nota SI. ¿Por qué no un juego? Y es mucho más divertido en casa.

Hora de clase

Para mí no es importante cuánto juega un alumno en casa, lo principal es el resultado. La forma más sencilla es analizar la jugada de principio a fin, pero esto seguramente resultará en un fracaso. Es más eficaz dividir todo en pedazos: jugar con la mano izquierda, luego con la derecha, aquí con dos, allí de memoria la primera parte, la segunda, etc. Dedica entre 10 y 15 minutos al día a cada tarea.

El objetivo de las clases no es el juego, sino la calidad.

¿Por qué “picotear de principio a fin” si un lugar no funciona? Haga la pregunta al estudiante: "¿Qué es más fácil para tapar un agujero o coser un vestido nuevo?" La excusa favorita de todos los niños: "¡No lo logré!" Debería encontrar inmediatamente una contrapregunta: "¿Qué hiciste para que funcionara?"

Ritual

Cada lección debe tener tres componentes:

Dibujos para música. Foto de E. Lavrenova.

  1. desarrollo tecnológico;
  2. consolidación de lo aprendido;
  3. aprendiendo nuevas cosas.

Enseñar al alumno a calentar los dedos como una especie de ritual. Los primeros 5 minutos de la lección son de calentamiento: escalas, estudios, acordes, ejercicios de S. Gannon, etc.

Musa-inspiración

Deje que su alumno tenga una musa asistente (un juguete, una hermosa figura, un recuerdo). Cuando te sientas cansado, puedes recurrir a ella en busca de ayuda y reposición de energía; es ficción, por supuesto, pero funciona muy bien. Especialmente cuando se prepara para un concierto.

La musica es alegria

Este lema debe acompañarte a ti y a tu alumno en todo. Las clases de música en casa no son una lección ni un castigo, son un hobby y una pasión. No es necesario jugar durante horas. Deja que el niño juegue entre los deberes, dedicándose no al trabajo, sino a su hobby. Pero juega con concentración, sin televisores, computadoras ni otras distracciones que funcionen.

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